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La mayoría de los que están solos se enfrentan a la expulsión.
Publicado por Olivia Piquero el 22-10-2008.
Ibrahima, pese a tener 17 años, tiene una dura historia a sus espaldas. Llegó a España en los bajos de un coche para ayudar a su familia, en Senegal, pero en cuanto puso un pie en Madrid la policía le paró y le internaron en un centro de menores. Dentro de poco va a salir, pero no sabe qué le espera. Como él, cientos de menores extranjeros desconocen cuál será su suerte una vez que entren en la mayoría de edad. Una situación sobre la que ayer alertaron varios expertos en la presentación de la ampliación del portal El menor digital, que quiere convertirse en el sitio de referencia de los temas del menor en todos los países de habla hispana.
Tal y como informó ayer la directora de la agencia del Menor Infractor de la Comunidad, Carmen Balfagón, en Madrid hay 2.172 menores sobre los que pesan medidas judiciales, y 389 están privados de libertad. Muchos de ellos son inmigrantes y, para la ONG Policía Solidaria, del Sindicato Unificado de Policía (SUP), la solución no pasa únicamente por la actuación policial. A su juicio, “una persona indocumentada no debe ser tratada como un delincuente, aunque la normativa diga otra cosa”. Desde la ONG se opina que todo ha de pasar por “medidas sociales”, y se lanza una reflexión: “¿En qué beneficia a España tutelar a un menor hasta los 18 años para después abandonarlo a su suerte?” “A un menor a quien no se ha formado y se le deja solo le quedan dos salidas: mendigar o delinquir”, insistieron las fuentes policiales.
¿Por qué estos menores, tras estar años tutelados, no consiguen todos la tarjeta de residencia? La respuesta la da la abogada Olivia Prieto: “Los procedimientos no son claros, no son transparentes”. Pero además, opina que “los expedientes de repatriación no se dan. No se les da la garantía, ni se busca a su familia… ¿Por qué no se deja a los menores que tomen la iniciativa y tengan una representación independiente?”.
Ibrahima, pese a tener 17 años, tiene una dura historia a sus espaldas. Llegó a España en los bajos de un coche para ayudar a su familia, en Senegal, pero en cuanto puso un pie en Madrid la policía le paró y le internaron en un centro de menores. Dentro de poco va a salir, pero no sabe qué le espera. Como él, cientos de menores extranjeros desconocen cuál será su suerte una vez que entren en la mayoría de edad. Una situación sobre la que ayer alertaron varios expertos en la presentación de la ampliación del portal El menor digital, que quiere convertirse en el sitio de referencia de los temas del menor en todos los países de habla hispana.
Tal y como informó ayer la directora de la agencia del Menor Infractor de la Comunidad, Carmen Balfagón, en Madrid hay 2.172 menores sobre los que pesan medidas judiciales, y 389 están privados de libertad. Muchos de ellos son inmigrantes y, para la ONG Policía Solidaria, del Sindicato Unificado de Policía (SUP), la solución no pasa únicamente por la actuación policial. A su juicio, “una persona indocumentada no debe ser tratada como un delincuente, aunque la normativa diga otra cosa”. Desde la ONG se opina que todo ha de pasar por “medidas sociales”, y se lanza una reflexión: “¿En qué beneficia a España tutelar a un menor hasta los 18 años para después abandonarlo a su suerte?” “A un menor a quien no se ha formado y se le deja solo le quedan dos salidas: mendigar o delinquir”, insistieron las fuentes policiales.
¿Por qué estos menores, tras estar años tutelados, no consiguen todos la tarjeta de residencia? La respuesta la da la abogada Olivia Prieto: “Los procedimientos no son claros, no son transparentes”. Pero además, opina que “los expedientes de repatriación no se dan. No se les da la garantía, ni se busca a su familia… ¿Por qué no se deja a los menores que tomen la iniciativa y tengan una representación independiente?”.